Glenfiddich y lo vintage…

Glenfiddich

Glenfiddich y lo vintage…

Esta noticia no es nueva. Lo sabemos. Esta noticia surgió allá por el mes de noviembre del pasado año, pero las noticias en las que los aniversarios son motivo de acciones especiales por parte de las marcas, cuando se hace con elegancia y creatividad, son noticias que en Veintemillas, como agencia dedicada a ofrecer buenas ideas y también buenas campañas, nos gustan, y por eso queremos recuperarla.

En el año 1963, Sandy y Charles Grant Gordon, bisnietos de aquel escocés que decidió destilar un whisky ‘single malt’ al que llamó Glendfiddich (valle de los ciervos en gaélico), hicieron un viaje a los Estados Unidos llevando debajo del brazo un producto orientado a introducir la marca como nunca lo habían hecho en América.

Desde su fría central escocesa tuvieron dos alternativas. Una. Tirar de números y estudios, ver cuales eran los gustos estadounidenses, conocer a su audiencia, mirar su competencia y hacer un producto similar con la idea de crear un diferencial a través del exotismo escocés, o dos, hacer lo que les diera la gana.

Eran escoceses, así que obviamente escogieron la segunda.
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Crearon un whisky siguiendo la receta original,al que denominaron ‘straight malt’. Un whisky puro y sin mezclar, que iba en yuxtaposición con lo que se encontraba en aquel entonces en las estanterías de las licoreras estadounidenses, donde habitaba el whisky tradicionalmente tipo ‘blended’.

Con ese espíritu gamberro que nos encanta en Veintemillas crearon la diferencia siendo precisamente, diferentes. No buscaban hacer sólo negocio, buscaban posicionarse y llegar al ansiado ‘top of mind’ del público estadounidense con un producto innovador y radicalmente distinto. No querían ser como los demás.

Una vez tuvieron el mejor producto, contaron con Han Scheleguer para que le diera forma a la botella a través del diseño, y lo logró diseñando la clásica botella triangular en su grueso cristal verde y su etiqueta, sencilla, dándole gran importancia al nombre para que el consumidor nunca tuviera dudas de qué estaba probando.

Fue un éxito.

Ahora, Glendfiddich ha decidido homenajear aquel viaje y aquel whisky lanzando una limitadísima edición de un whisky al que ha llamado “The Original“, siguiendo aquella misma receta y con una presentación muy, muy cuidada, con la clásica botella triangular en un estuche negro con relieve dorado.

En España sólo hay (o habían) 120 botellas, comercializadas en destilerías y bodegas a un precio muy accesible (111€ por botella de precio recomendado)

Os dejamos con el pequeño spot que la compañía realizó para celebrar el lanzamiento:

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