La promesa de marca aplicada al sector del vino

El otro día dieron Rocky en la tele.

Qué peliculón. Tiene algunas de las mejores frases sobre superación personal del mundo mundial. Es una obra maestra te guste el boxeo o no.

Y de nuevo otra película donde las personas-marca son un claro ejemplo de coherencia en la construcción de un personaje. La representación sobre la promesa de marca como principal activo, de coherencia en todos los sentidos… Si algún día doy otro curso sobre Branding y construcción de marca para el sector del vino y la gastronomía creo que mandaré hacer un trabajo sobre Rocky.

“No importa lo duro que golpees, importa lo duro que te golpeen y sigas adelante.”

O lo que es lo mismo, el valor de la perseverancia y la promesa de marca.

Ser competitivos en el sector del vino

El mundo del vino es un mercado muy competitivo. Qué os voy a contar que no sepáis. Hay miles de variedades (en 2019, 5.000 nuevas referencias de vino salieron al mercado según el estudio de la OEMV). D.O’s, variedades, precios… Algo que puede abrumar al consumidor y donde la construcción de marca, una base bien creada, junto con una estrategia de comunicación terminan resultando esenciales. 

El primero de los pasos es crear una marca sólida, coherente, firme. 

El segundo sin duda, comunicarla, ya que de poco vale crear algo bueno si luego no se da a conocer.

Para crear una marca sólida en el sector del vino, es importante tener una visión clara y coherente de lo que se quiere transmitir. La marca debe ser única y distintiva, pero a la par común y relacionable, sobre todo en nuestro sector. Reflejar los valores y la personalidad de la bodega, de sus vinos, crear una historia y a partir de ella, generar el resto de valores. La imagen de marca debe ser coherente en todas las áreas, desde el diseño de la etiqueta hasta el estilo de comunicación, pasando por la elección de los canales de distribución.


La marca no solo es un nombre y una etiqueta. Es una promesa única que debemos mantener.


La marca también debe ser relevante y atractiva para el público objetivo. Es esencial conocer a los consumidores y sus preferencias para poder adaptar la marca a sus necesidades y deseos, y por eso, como paso CERO a los que hemos marcado antes, está ese estudio del entorno donde vivirá nuestra marca, y que generamos en Veintemillas como paso previo a la construcción de la marca. El branding puede ser una herramienta poderosa para conectarse emocionalmente con los consumidores y generar lealtad a largo plazo. Está comprobado y podemos dar casos de éxito claro sobre ello a través de proyectos que hemos realizado. Funciona, vaya si funciona…

En el mercado del vino, la creación de marca no solo es importante para los productores, sino también para los intermediarios, como restaurantes y tiendas de vinos. La marca y la imagen de los vinos que ofrecen pueden ser un factor decisivo para atraer a los clientes y aumentar las ventas. 

Un restaurante que trabaje correctamente sus productos y sus vinos, está comprobado, obtiene una mejor valoración previa porque siempre se relaciona con un estatus de distinción y, alegraos restaurantes, permite generar una estrategia de precios al alza sin que cree excesiva distorsión en el cliente.

Por último, la creación de marca en el sector del vino es un proceso continuo y en constante evolución. La innovación y la adaptación a las tendencias del mercado son esenciales para mantener una marca relevante y competitiva. Una vez tenemos eso, la creatividad y la originalidad pueden ser clave para destacar en un mercado saturado.

En resumen, la creación de marca es esencial para el éxito en el mercado del vino. La marca debe ser única, coherente, relevante y atractiva para los consumidores y los intermediarios. 

Elementos que conectan a las marcas más allá de su visual. Creamos historias donde la imagen es sólo la punta del iceberg

La creatividad, la innovación y la adaptación a las tendencias del mercado son elementos clave para mantener una marca sólida y en constante evolución.  En un mercado donde la oferta es amplia y la competencia es feroz, la creación de marca puede ser el arma secreta que diferencia a los productores y los intermediarios. 

Y sí, de nuevo, funciona.

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